Carmen Alanis Espigares


Carmen Alanis Espigares junto a Espía (Anglo-Hann) se proclamaron vencedores de la Kur Young riders en CDI *** de Toledo el pasado mes de Abril con una puntuación de 68,300%.
Con sólo 21 años, la joven jinete sevillana se situa con un magnífico palmarés en el marco de nuestra equitación actual.
Vencedora en su categoría de los dos últimos Campeonatos de Andalucía ( Cordoba 2011 y Dehesa Montenmedio 2012). Medalla de plata en el Campeonato de España por equipos en el 2004, fue miembro del Equipo Español en los Campeonatos de Europa Junior celebrados en Portugal (2008). Participante con notables actuaciones en las últimas ediciones, actuando años consecutivos en el CDI de Toledo (2008-2013) y en el CDI del Sunshine Tour (2008-2013) en el que alcanzó el 2º puesto en la Kur Young Riders.
Carmen Alanis Espigares nació en la localidad sevillana de Dos Hermanas el dia 6 de noviembre de 1992 en el seno de una familia de larga tradicción ecuestre la cual supuso un pilar fundamental en su profundo amor en el caballo y de su saber ecuestre.

Desde muy joven, a la edad de 4 años, Carmen y su familia se marcharon a vivir a su actual casa, Finca los Carmenes, y alli fue cuando comenzó su apasionante sueño ecuestre. Empezó a montar los caballos de tanda de su madre Carmen Espigares.
A la edad de 10 años adquirió su primer caballo de nombre Valiente a quien cariñosamente llamaban "Finidi". Lo recuerda como un caballo muy domado, centrado y alegre que le llevó a las pistas en el año 2003, año en el que alcanzaría la medalla de bronce en los I Juegos Ecuestres Andaluces en la categoria de alevines, título que revalidaría la siguiente edición de estos juegos en el año 2004.

La jóven jinete confiesa que cada salida a pista es diferente, saborea cada instante en ella como un eterno aprendizaje. Cada salida a pista supone para ella una sensación distinta y única. Se muestra siempre consciente de la unción e importacia de lo que hace, logrando esa fusión con su montura, lo realmente mágico que es la simbiósis entre caballo y jinete que tienden a llegar a la plena compenetración para llegar a lograr de esa unión como una danza, el tango de dos bailarines apasionados en una pista de de 20x60, en plena armonía, sin un paso en falso.
Carmen tiene un gran recuerdo del Campeonato de Europa en Portugal ya que al entrar en pista su universo se transformó, llevándola a olvidar todos los problemas, nervios, presión... se entregó totalmente a ese su momento de haber llegado allí, a ese instante único.

Su primera experiencia con Espía empezó en su etapa de juveniles. Espía, caballo con el que en la actualidad compite, es un Anglo- Hannoveriano propiedad de Joaquin Olivera.
Durante esta etapa de juveniles tambien debutó una yegua Wutternberg de nombre "Capriciose". Esta yegua le resultó difícil de montar, a pesar de la espectacularidad de sus movimientos y la intensidad de las sensaciones que experimentaba con ella, sensaciones que en ocasiones aportaban riesgos innecesarios y ahi fue cuando se entregó plenamente a Espía.
Carmen confiesa que Espía es un "niño bueno", caballo de gran corazón, siempre dispuesto  a todo, cómodo, entregado con el que llegó a la completa compenetración.
En esta etapa de juveniles empezó con Joaquin Olivera, persona a quien manifiesta su total gratitud conjuntamente con sus padres a quienes confiesa deber todo lo es que es.
En sus etapas posteriores comenzaron sus entrenamientos con Claudio Castilla, jinete de gran experiencia y muy buena mano para los caballos.
La joven jinete tomó las enseñanzas de cuantos tuvo la oportunidad de aprender con ellos, grandes maestros tales como Monica Theodorescu, Ralph Rash, Jan Nivelle, pero no deja de destacar la entregada labor de su padre José Manuel Alanis, quien la apoya y acompaña incansablemente.
Entre sus proyectos más próximos, tras la concentración con la seleccionadora Nikki Barret en Segovia, está un concurso en el RACE de Madrid, algunos nacionales hasta culminar con el Campeonato de España que se celebrará en Oviedo y la Final del Campeonato de Andalucia.
De igual modo, entre sus proyectos está debutar un hermano de Espía en pruebas de potros de 5 años, tambien propiedad de Joaquin Olivera.

La visión madura de la joven jinete sobre la Doma Clásica y la competición la muestra como una realidad complicada, poco agradecida e ,incluso en ocasiones, injusta, con muchos factores positivos como el hecho de que haga ver la vida de un modo distinto, disciplinado, en busqueda interminable de su perfeccionamiento, "priva de muchas cosas: vacaciones, diversión, amistades, pero te enseña a ser responsable de un animal, de una vida... y eso te hace madurar mucho", apunta la jinete sevillana.
Por otro lado, Carmen manifiesta la necesidad de sponsors que haga de la práctica de la disciplina algo más llevadero, y un mayor esfuerzo por parte de los comités organizadores y un mayor apoyo en todos los sentidos, incluso por parte del mismo público que asiste a las competiciones.
Carmen Alanis Espigares a diario ejercita sus caballos bajo las enseñanzas de su padre en Finca Los Carmenes situado en la nacional IV km 560.3.
Su entrenamiento, al igual que su labor en las pistas es un trabajo sin trucos, con tesón, entregado, con un callado desparpajo, naturalidad casi advirtiendo un garbo contenido por su sencillez. Trabajo, como el artesano que esculpe su obra en cada uno de sus caballos, labor estructurada por una mente entregada en plenitud al caballo pero desarrollado con espontaneidad, con movimientos acompasados, rítmicos como golpes de corazón, "inspiración...un estilo de vida en el que dedicas tiempo, dinero, esfuerzo... todo para un animal. Sacrificando mucho por ello y eso solo se hace cuando hay amor. Lo que te lleva a tomar un camino te inspira tu felicidad", me afirmaba la jóven jinete.
En este artículo no me atrevería en empeñarme en hacer un analisis técnico de cada una de sus apariciones. Prefiero hacer una confidencia, más sensitiva, quizás intuitiva como la pasión que ella muestra en lo que hace.
Fue esa la impresión al ver su trabajo. Notar ese aroma denso, ilusionado, cargado de responsabilidad y sueños, cargado de presagios de exitos que sólo se logra con su constancia. Una sensación que conjuga la realidad y la esperanza, esperanza y deseo de más sueños cumplidos y que siempre, siempre dará más y que se harán realidad.

Rodrigo Nuno Dingle.

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