El sistema de Jan Nivelle


Espera hasta que puedas recoger.! Este es un lema que Jan Nivelle defiende en todo momento, para él es de máxima importancia. Hoy día actualmente todo pasa tan rápido, la vida transcurre cada vez más de prisa, el tiempo vuela y así también funcionamos muchas veces entre los caballos, nos llevamos nuestras prisas a la cuadra. Para Jan esto es lo más contraproducente que pueda ocurrir. No congenian caballos y prisas, son dos conceptos antagónicos.
Paciencia
¿De qué suelen pecar los alumnos.? Precisamente enlazando con el apartado anterior y con la velocidad vertiginosa de la sociedad, Nivelle observa sobre todo la falta de paciencia en los alumnos. No saber esperar, un defecto con graves consecuencias a la hora de montar. ¿A qué se refiere saber esperar en la equitación,? Jan nos contesta que se refiere al hecho de esperar confiado a que una estructura, un sistema elegido por nosotros llegue a dar su fruto. Esto es lo que más falta al hombre cuando tiene que enseñar a un caballo. Nivelle insiste en que no hay un único sistema, lo que cuenta es tener un sistema y creer en ello. Sin sistema el jinete está perdido a caballo.
Sistema
Mucha gente piensa que se puede improvisar con los caballos, que se puede montar a caballo rápido, de prisa, sin haber estructurado una sesión de trabajo. En una clase sin embargo siempre tiene que haber cabida para un tiempo de calentamiento, de relajación, de activación, de trabajo y nuevamente de relajación y de enfriamiento final. Un profesional a veces se verá obligado a improvisar, sin embargo un alumno por muy avanzado que esté no debe improvisar nunca. Hay demasiadas cosas en las que se tiene que concentrar aún y la falta de experiencia encima de un caballo no dejan cabida para la improvisación. Así que regla número uno: ten un sistema. Subido a caballo es necesaria la estructura firme y la idea clara de qué se busca; en este sentido para Jan es una obsesión que el alumno sepa en cada momento por qué hace lo que está haciendo.
Conocimiento
Si no se sabe que es lo que se busca no se puede funcionar. Nivelle observa a menudo jinetes y amazonas que "hacen" muchas cosas a caballo, incluso varias cosas a la vez, sin embargo la impresión es que a menudo no saben qué están buscando. Ahí está la clave, si no sabemos el porqué hacemos algo es muy difícil insistir en ello y tener fe en que el camino elegido sea el correcto.
No saber nos imposibilita el cumplimiento con los demás requisitos a la hora de enseñar al caballo. Lo más importante a la hora de una clase para un caballo es saber adónde se quiere llegar, creer en ello y confiar que el camino sea el correcto es imprescindible. A menudo los caballos no nos dan enseguida lo que estamos buscando, el ejercicio, una respuesta a una ayuda, a lo mejor tardan un tiempo porque no nos entienden o porque tienen que deshacer aprendizajes antiguos, erróneos o simplemente porque su cuerpo aún no está preparado físicamente, sin embargo muchas veces nuestra paciencia se agota y dudamos sobre el resultado. Para Jan este es el momento clave, si nosotros no creemos en el sistema que hemos elegido e insistimos con paciencia, posiblemente habremos abandonado en el momento que el caballo esté a punto de querer dar lo que buscamos por sí mismo.
Voluntad
Hay que tener muy claro que nosotros no les podemos "arrancar" nada a los caballos, ellos nos lo quieren dar y si no, no hay mucho que hacer. Nuestra falta de "paciencia" que suele ir de la mano de nuestra falta de confianza si el resultado tarda demasiado en aparecer, estropean muy a menudo el resultado. Jan comenta las muchas veces que ha visto adelantarse y forzar de más, a menudo antes de que el caballo nos de por sí mismo lo que se le pide.
Necesitamos el "Reiterliches Gefühl" ("sensibilidad ecuestre") del que hablan en Alemania una y otra vez, esto quiere decir en español la sensibilidad del jinete, su capacidad de poder sentir lo que pasa debajo, algo que viene con el tiempo y con muchos caballos que uno ha montado. Siempre estamos partiendo por supuesto que le estamos pidiendo las cosas al caballo correctamente. Lo segundo más importante es esa fe en lo que estamos buscando, y que el caballo nos lo dará cuando el momento haya llegado y su cuerpo esté preparado para el ejercicio.
Control
Tendemos en general a querer controlar, pero a caballo puede haber momentos donde no debemos "controlar". Esto puede ser arriesgado, sin embargo nuestra sensibilidad como jinete nos indicará hasta dónde y cuánto debemos dejar esta libertad bajo palabra. Por ejemplo, en el paseo antes y después del trabajo, primero hay que comprender que pasear realmente es imprescindible, hay que hacerlo durante 10 – 15 minutos para que el caballo pueda descontraer toda su musculatura tranquilamente y poder trabajar después. Y en este paseo es esencial, dejar las riendas sueltas, no cogerlas e intentar que el caballo ceda inmediatamente, no buscar colocación inmediatamente a costa de la descontracción. Hay que darle al caballo la libertad de andar como quiere, es necesario. Corremos un riesgo pero solamente así será posible la educación de un caballo bajo su libertad y voluntad.
Es muy importante que dejemos al caballo sin control, y nuestra idea muchas veces es desde el primer momento querer controlar absolutamente cada tranco. El caballo sale de la cuadra a lo mejor con la cabeza arriba y efectivamente esto nos molesta, estamos pensando ya en que el caballo está invertido, y que así libre se puede asustar en cualquier momento y no tenemos control, y en contacto se tiene control, lo hemos aprendido, pero lo que no aprendimos era que el caballo nos lo tiene que dar, no debemos tomarlo activamente jamás.
Libertad
Por ejemplo si observamos como se monta a un potro de 4 años, al que no le cuesta mucho equilibrarse, que está muy bien hecho y tiene aires de calidad. Un potro que está en un momento en que aún le cuesta por supuesto mantener el contacto, y durante días lo hemos montado buscando que estirará su cuello hacía abajo. ¿Llegados a este punto cómo montar?. El instinto nos dice que al subirnos debemos hacer que ceda inmediatamente. Sin embargo Jan lo que pide es que el jinete lo monte como un principiante, sin tocar su boca, solamente yendo hacia adelante, sin contacto.
Buscar otra cosa que la que el caballo te ofrece, también es uno de los secretos a la hora de montar. Si el potro quiere moverse abajo y si quiere enroscar su cuello entonces no le dejes ahí abajo, sino ponlo arriba. Incluso para su dorso puede ser mucho mejor esta monta aparentemente menos controlada.
Con esa sencilla instrucción por parte de Jan, se produce una mejora en la apariencia del potro al marchar con mayor libertad. La cuestión es ¿por qué?. Jan nos explica que el cuello del caballo tiene que fortalecerse en un inicio desde una posición recta, solamente después podemos empezar a montar más colocado y si un caballo no es absolutamente simétrico antes de buscar colocación debemos buscar rectitud y la gimnasia uniforme de ambos lados del cuerpo del caballo. En el ejemplo que pudimos ver in situ con Jan al dejar esta libertad el potro recobró sus aires naturales, se elevó mucho más y aumento la suspensión y la elasticidad.
El caballo tiene que aprender así en cada escalón de la formación a disfrutar de esta "libertad bajo palabra". También en el caballo de Gran Premio, el jinete debe poder cesar con sus ayudas y dejar al caballo que actúe solo durante los ejercicios, si no todo se embrutece y la ayuda se volverá cada vez más fuerte. El principio de las ayudas cada vez más indivisibles tiene su base también en el potro que ha decidido "ir en la mano".
La mente
Un poderoso instrumento, tanto en el jinete como en el caballo. Nosotros necesitamos activar su mente, tenemos que lograr que el caballo capte la "idea". Para poder montar un día con las ayudas invisibles, hace falta que nosotros podemos utilizar cada vez menos ayudas visibles, que cada vez más podemos dejar el caballo "bajo la palabra de honor" como lo llama Jan Nivelle. Lo que quiere decir que pido algo, por ejemplo más actividad en el salto del galope, el caballo lo da, y en el momento que me lo da intento rebajar cada vez más la intensidad de mis ayudas.
Calma
Nos comenta que lo que más le impactó al llegar a la cuadra de Nivelle en Alemania era la actitud de la gente con los caballos, la que le parece tan diferente a España. Alfonso insiste en el ambiente tan tranquilo que vivió durante los días que estuvo en Rinne. No ha escuchado una voz más alta de lo normal, no observó ni un simple fustazo, no veía caballos acelerados, nerviosos, todo transcurre con una calma enorme.
La mayoría de los caballos en la cuadra tienen a diario su salida al paddock, después se les suele montar y además más tarde van al prado, a menudo acompañado por su amigo, el vecino del box de al lado al que conocen desde hace tiempo, junto con quien disfrutan aún más de la libertad. Eso sí los vemos "empaquetados" con sus mantas para protegerles el cuerpo e incluso la cabeza de los mosquitos, sus protectores y campanas siempre puestos. En la cabeza una especie de red mosquetera que les hace parecer como extraterrestres desde lejos, sus ojos suelen estar cubiertos para mantener alejadas las moscas. La gente procura no correr entre ellos, no alarmarlos; en su mayoría valiosos caballos de deporte sin duda corren un riesgo de poder lesionarse en estas salidas al prado, sin embargo los propietarios valoran aún más su condición de caballo. Por la tarde los podemos observar como ahí practican su baño de sol, entonces intercambian caricias con el vecino, se les ve felices en general. Cuando están en el box todos se acercan a las ventanas grandes que dan hacía la calle desde cada box, con curiosidad buscan el contacto. No encontramos ninguno que tuviera las orejas hacía atrás, que estuviera enfadado o que no quisiera venir a curiosear, característica típica de los caballos.
Investigación
Jan Nivelle tiene un sueño, un sueño de poder dedicarse algún día a la investigación. A poder intentar cerrar por lo menos algunas de las lagunas que tenemos en la equitación, un deporte en su opinión algo "rudimentario" en cuanto a la técnicas de entrenamiento, poco sabemos de los caballos realmente con datos científicos, algo que si tenemos al alcance lógicamente en muchas otras disciplinas de deporte Jan quisiera trabajar junto con otros profesionales veterinarios, psicólogos, científicos, herradores, etc.
Ahí se podría trabajar en nuevos sistemas de entrenamiento, para mejorar la mecánica del movimiento de los caballos, para poder facilitar el aprendizaje para los jinetes noveles, para poder saber por qué los caballos reaccionan como reaccionan, para poder comunicar mejor con ellos, aprender un poco más de su lenguaje, facilitar su aprendizaje, hacer las cosas mejor, no pagar tanto peaje, tanto caballo con talento, lesionado seriamente a una edad joven por nuestro desconocimiento es un precio que le parece alto a Jan Nivelle.
Perfiles
El proceso de enseñanza tiene sus claros altibajos y cada persona es un mundo a la hora de aprender comenta Jan Nivelle, la curva de aprendizaje que podamos dibujar para una persona es muy diferente a la de otra.
Uno puede estar subiendo y avanzando más lineal, el otro sube más para después caer algo, esto es así tanto entre los alumnos humanos como con nuestro alumnos caballos.
También en el mundo de la competición existen dos tipos de personas muy diferentes respecto al tratamiento de su psicología deportiva. Hay dos perfiles de competidores, ahí están los que entrenan y compiten sobre todo para si mismo y los que lo hacen para ganar.
El buen jinete necesita ambas virtudes, cada una aislada no sirve de nada y se puede volver en contra. El que solamente monta para si mismo, no tendrá la ambición de ganar y el que solamente quiere ganar llegará el día donde no gana y abandona porque la monta en si no le interesa.
Las curvas del aprendizaje son muy diferentes, cada alumno tiene la suya. Hay gente muy lineal, que mantienen una curva que se eleva uniformemente, tranquilamente, otros suben mucho y luego bajan un poquito ante cualquier ejercicio nuevo, caballo nuevo, etc. primero registramos una pequeña bajada.
Todo esto hay que tenerlo en cuenta, estas son características que suelen aparecer tanto en el jinete como en el caballo.
Reflejos
Cuando le preguntamos sobre los éxitos de los holandeses, Jan tiene su particular teoría. Reflejos rápidos son el secreto del éxito reciente de los binomios holandeses, en la opinión de Jan Nivelle. Y para nada lo considera erróneo, lo que le sorprende es que los jinetes y amazonas alemanes no estén reaccionando ante ello; es importante que los caballos reaccionan inmediatamente llegado a determinados niveles.
En nuestro sistema actual y en el sistema clásico alemán, si lo queremos llamar así, siempre nos hemos preocupado solamente de que los caballos aprendan y desarrollen fuerza de impulsión, después viene el desarrollo de la fuerza de sostén, lo hemos comentado ya en alguna ocasión. Sin embargo los jinetes y amazonas holandeses no siguen ese patrón desarrollando la fuerza por este orden, sino desde un inicio comienzan a entrenar y trabajar sobre los reflejos del caballo. Jan insiste que también con los reflejos se puede llegar a muscular los caballos y además los reflejos son la causa de esta última exaltación que se quiere ver actualmente en los movimientos de los caballos en las pistas de la competición internacional.
El asiento
La pieza clave en la monta de cualquier jinete y amazona de alto nivel es el asiento, insiste Jan Nivelle. Nunca hay que perder el control sobre el caballo del asiento, si no lo controlamos con el asiento, entonces no se puede montar, sin duda todo nuestro trabajo durante muchos años del entrenamiento está dedicado a ellos, a que el caballo me escuche en el asiento.
Si el jinete no logra establecer esta relación, donde el caballo escuche a las ayudas de su peso y de su dorso, la equitación se vuelve pesada y difícil. También necesitamos las manos, las pantorrillas, sin duda, porque ellos amplían nuestro registro y la variedad que podemos dar en las ayudas, la variedad de las combinaciones, se necesitan muchos años para poder interiorizar las ayudas. Lo más difícil es conseguir que el alumno pueda empezar a pensar por si mismo, porque no sirve pensando en que mañana esta persona solamente puede montar bajo las directrices de un instructor.
Jan Nivelle siempre busca que sus alumnos le ofrezcan soluciones, no hay nada mejor que observar que un alumno ha pensado, que ha llegado a utilizar un cierto ejercicio y que ha conseguido un éxito e incluso un fracaso, no importa tanto que la idea que hubo detrás. Hay que entender lo que se busca a la hora de dar esta ayuda o esta otra corrección.
Todo ello también va de la mano que hoy día nadie se queda con un entrenador durante muchos años.

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