El triste destino de cinco mil caballos en España cada mes


El triste destino de cinco mil caballos en España cada mes
La crisis económica en España está condenando al matadero a unos cinco mil equinos (caballos, ponis y burros) cada mes. Lo triste es que esos centros tienen, por si fuera poco, una lista de espera de meses para poder atender a una media de unos 165 caballos por día.
A esta cruel realidad también hay que sumar el  gran número de abandonos por no poder hacer frente los dueños a los costes de manutención y cuidados.
Según datos oficiales que maneja la agencia EFE, el número de caballos sacrificados aumentó un 31,07 % durante los primeros cuatro meses de 2012 respecto al mismo período de 2011, con 19.793 ejemplares. En 2010 hubo más de 7.000 envíos a matadero y en 2011, unos 48.821.
Las regiones con más sacrificios son:
  • Comunidad Valenciana: 3.427 caballos. Incremento del 41,30 %
  • Andalucía: 3.403 caballos. Incremento del 264,39 %
  • Cataluña: 2.761 sacrificios. Incremento del 11,15%
  • Castilla y León: 2.595 caballos. Incremento del 3,21%
Manuel González, secretario general de la Asociación Profesional de Salas de Despiece y Empresas Cárnicas, afirma que actualmente no existe mercado de venta, alquiler o pupilaje (doma), de modo que  algunos ganaderos no pueden afrontar los costes de alimentación, que pueden alcanzar los 300 euros al mes.
Otro aspecto desalentador es que le tendencia no es, como solía ser habitual hasta hace un par de años, que los caballos acabasen en el matadero por ‘viejos’ o ‘inútiles’ sino que en la actualidad se están enviando a ejemplares jóvenes e incluso potros.
Si bien en España no existe apenas demanda de la carne de caballo o de potro, en otros países como Francia, Italia, Bélgica o Grecia sí está más arraigada esta costumbre alimenticia, por lo que la carne se exporta o se destina a piensos para mascotas.
Desde la Asociación Nacional de Criadores de Caballos de Pura Raza Española, su presidente, Javier Conde, comenta que las granjas intensivas son las más afectadas ya que la venta de caballos se ha complicado en los últimos años. Los precios de los caballos son cada vez más bajos y el pienso y la alimentación, por el contrario, se elevan.
El mismo Conde comenta el caso de un ganadero extremeño que se quedó con tan solo quince de los 150 caballos de su explotación. Como él, muchos otros ganaderos han optado por el mismo camino, existiendo yeguadas que corren el riesgo de desaparecer.
El problema empezó a surgir alrededor de 2007 y 2008, intensificándose a lo largo de 2010 y 2011. Ya pasaron los años de bonanza en los que un ejemplar de pura raza española podía cotizar entre los 6.000 y los 50.000 euros puesto que al propietario se le pagan unos 150 euros por yegua (las más damnificadas) aún estando inscritas en libros genealógicos.
La asociación y albergue CYD Santa María, ubicada en Alhaurín el Grande (Málaga), Virginia Solera denuncia que el abandono ha aumentado en un 80 % en el último año y medio. Estos abandonos conllevan, además de la desnutrición del animal, riesgos como los accidentes de tráfico producidos cuando los animales vagan por la carretera en busca de alimento.
Solera expone que sin ayudas públicas, y con escasas donaciones, todos aquellos que intentan paliar la situación y hacer algo por estos caballos se sienten "desbordados" y asfixiados: "estamos en la ruina".
Otros territorios, especialmente en el norte, especialmente en Galicia, y, en menor medida, en Asturias, existen problemas añadidos, ya que los dueños de caballos que pastan en montes comunales deben implantar un microchip identificativo en cada ejemplar según dicta una normativa europea, coste extra ante el cual muchos dueños de caballos optan por abandonarlos o ‘quitárselos de en medio’ de alguna manera pues para enviarlos al matadero, y ser aptos para consumo humano, los caballos deben poseer el correspondiente microchip.

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