El embrujo de Jerez


Fotografía cedida por Blanka Satora.

Con las crines al viento, cuellos arqueados, nobles garbosos, obras de arte fraguadas en las manos de estos artesanos. Herencia de la Cartuja, deslumbrantes, atléticos galopan por sus mentes.
En el Patio de las Cadenas hay siempre un lugar donde se demuestra que la doma solo enriquece a la naturaleza misma del arte.
La majestuosidad de su pecho se confunde con la nobleza de sus capas blancas perfectas, sonidos rítmicos al compás de sones de antaño abren sus alas hacia el futuro.
Ya dijo alguna vez el Duque de Newcastle que el caballo español es el más noble del mundo, el más cariñoso y gentil y digno de ser el trono de un rey en un dia de gloria. Seguid haciéndolo bailar y haciéndonos vibrar con compases de Albéniz y de Falla. Que nunca se pierda lo nuestro que llevéis siempre ese patrimonio ya que lleváis en vuestras manos algo que no es fruto del tiempo sino de la eternidad y seguid con temple mostrando su gallardía, su brío y su raza.

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