A través de la Historia se han conservado multitud de piezas de arte en las que se ve a mujeres cabalgando de lado: vasos griegos, estelas celtas, ediciones tempranas del "The Canterbury Tales", etc. Piezas rescatadas de la Isla de Man sugieren que quizá ya se practicaba antes del 1000d.C.
Desde sus inicios, las sillas de montar han evolucionado a la par (formas, materiales, construcción y decoración) aportando seguridad y popularidad a la monta a la amazona.Durante cientos de años, cabalgar de lado se consideró la única forma en que una mujer pudiese subirse a caballo.En Europa, la monta a la amazona se desarrolló en parte por las costumbres sociales de las clases altas, donde se dictaba que era inmoral para una mujer de estatus elevado y aparente buena salud montar a horcajadas. Además, como las faldas largas eran la moda requerida, montar a horcajadas con semejante vestuario era muchas veces impracticable y poco elegante, pudiendo considerarse impúdico.
Las ilustraciones medievales muestran a las mujeres sentadas de lado y siendo conducidas por un hombre, o bien sentadas sobre un asiento trasero (un pequeño refuerzo acolchado) tras la silla de los hombres. Las mujeres no cabalgaban de cara al viento, sino que se sentaban en un ángulo más correcto... básicamente de lado, como meras pasajeras.
En el siglo IX se añadió un pequeño estribo, o "planchette", a la silla de montar.
Anne de Bohemia, la mujer de Ricardo II, introdujo la silla de amazona en Inglaterra en el S.XII. La suya estaba construída más bien como una silla convencional, con un "planchette" y un apoyamanos para su mano derecha.
En el S.XV esta silla de montar evolucionó para incluir un cuerno o pomo central en el frente y un pequeño respaldo detrás, manteniendo el "planchette". También contaban con una barra curva en el lado derecho de la silla que discurría de delante a atrás, y que servía como medida de seguridad y como apoyo de la espalda.
Silla de montar española del S.XIV-XV
Sin embargo, este tipo de silla ofrecía escas
o control sobre el caballo, ya que se hacía difícil manejar las riendas, y generalmente las mujeres necesitaban
asistencia y tan sólo podían lucirse en paseos, no pudiendo cabalgar más aprisa. Se mantenía por tanto su papel como meras pasajeras.
Este diseño tan inseguro popularizó
Este diseño tan inseguro popularizó
la utilización de los palafrenes como caballo de paseo de las damas, por su pequeño tamaño, su paso tranquilo y su docilidad.
En el S.XVI se introdujeron varias mejoras, creyendo los investigadores que fue Catalina De Medici la promotora de los mismos, si no la inventora.
Se movió el reposamanos desde el centro hacia el lado iz
En el S.XVI se introdujeron varias mejoras, creyendo los investigadores que fue Catalina De Medici la promotora de los mismos, si no la inventora.
Se movió el reposamanos desde el centro hacia el lado iz
quierdo de la silla y se introdujo un primer pomo, lo que le permitió colocar la rodilla derecha entre ambos para mayor seguridad, y alinear los hombros con la cabeza del caballo de forma que por primera vez la amazona cabalgaba de cara al viento. Sin embargo aún mantuvo la barra lateral
Estos cambios permitieron a la reina de Francia tener un control independiente y total d
Estos cambios permitieron a la reina de Francia tener un control independiente y total d
el caballo y alc
anzar mayores velocidades. Tanto mejoró la silla de amazona que la reina, ávida cazadora, cabalgó después de cumplir los 60 años.
Sin embargo, a pesar de la presión social, algunas mujeres continuaron cabalgando a horcajadas: Diana de Poitiers (amante de Enrique II de Francia y rival de Catalina De Medici), María Antonieta y Catalina la Grande de Rusia (de esta última se conserva un retrato a horcajadas con uniforme militar masculino).
Se cree que alrededor de este periodo el "planchette" fue sustituido por el "estribo en zapatilla".
Se parecía mucho a una bailarina de cuero, con la parte delantera cerrada y el talón descubierto. El pie izquierdo encajaba en esta zapatilla, que a su vez descansaba bajo una funda de forma similar, esta vez en hierro.
Durante el S.XVIII las sillas de amazona ap
Sin embargo, a pesar de la presión social, algunas mujeres continuaron cabalgando a horcajadas: Diana de Poitiers (amante de Enrique II de Francia y rival de Catalina De Medici), María Antonieta y Catalina la Grande de Rusia (de esta última se conserva un retrato a horcajadas con uniforme militar masculino).
Se cree que alrededor de este periodo el "planchette" fue sustituido por el "estribo en zapatilla".
Se parecía mucho a una bailarina de cuero, con la parte delantera cerrada y el talón descubierto. El pie izquierdo encajaba en esta zapatilla, que a su vez descansaba bajo una funda de forma similar, esta vez en hierro.
Durante el S.XVIII las sillas de amazona ap
enas variaron, aunque sí se eliminó la barra lateral.
En el S.XIX se mantuvo la silla de amazona d
En el S.XIX se mantuvo la silla de amazona d
e dos cuernos con "estribo en zapatilla". Se introdujeron además otros cambios que la hicieron ganar en seguridad y estabilidad.
En la década de 1820 se dió el primero de ellos. Era una correa que corría desde la parte trasera hasta la
En la década de 1820 se dió el primero de ellos. Era una correa que corría desde la parte trasera hasta la cincha del lado contrario, y que con el tiempo pasó a discurrir diagonalmente desde el frente izquierdo hasta la retaguardia derecha, denominándose desde entonces "cincha de balance" o "correa de balanceo". Ayudaba a mantener la posición de la silla de amazona y a evitar movimientos que pudieran irritar tanto el cuerpo del caballo como de la mujer, especialmente en montur
as de trote y salto.
En la década de 1830, el francés Jules Pellier mejoró el segundo pomo, y es la silla de amazona que ha alcanzado nuestros días. Si en la silla de Catalina de Médicis ambos pomos formaban una U donde introducir la pierna, ahora un pomo se encontraba completamente vertical, mientras que el otro se inclinaba hacia la izquierda unos 10º. La pierna buena (la más fuerte en un deportista) se apoyaba en la ca
En la década de 1830, el francés Jules Pellier mejoró el segundo pomo, y es la silla de amazona que ha alcanzado nuestros días. Si en la silla de Catalina de Médicis ambos pomos formaban una U donde introducir la pierna, ahora un pomo se encontraba completamente vertical, mientras que el otro se inclinaba hacia la izquierda unos 10º. La pierna buena (la más fuerte en un deportista) se apoyaba en la ca
beza del pomo vertical, mientras que la otra se pasaba sobre el pom
o inclinado, quedando esta más baja. Este pomo inclinado podía pivotar sobre sí mismo para ayudar a la amazona a adquirir una postura cómoda y elegante. En 1850, estas sillas eran un objeto de moda en toda casa de familia, e incluso se le incorporó un pequeño bolsito para guardar pañuelos
.
La mejora de los pomos permitió a las mujeres una mayor seguridad en el trote y el galope, incrementando su participación en la caza del zorro y en el salto. De hecho, fue gracias a la seguridad de esta silla que todas las competiciones hípicas abrieron sus puertas a la participación de las mujeres.
La mejora de los pomos permitió a las mujeres una mayor seguridad en el trote y el galope, incrementando su participación en la caza del zorro y en el salto. De hecho, fue gracias a la seguridad de esta silla que todas las competiciones hípicas abrieron sus puertas a la participación de las mujeres.
En la década de 1870/80, las sillas evolucionaron mínimamente, cambiando la anatomía del asiento, entre o
tros pequeños detalles.Este tipo de sillas se mantuvo hasta 1930, y es lo que se conoce como "de estilo clásico", aún en uso entre las vaqueras de Estados Unidos y las charras de México.
A día de hoy, son sillas de gran valor, escasa segur
idad y que no encajan en nuestros bien alimentados equinos, por lo que apenas se pueden ver más que como elementos museístic
os.
La silla de amazona que se encuentra actualmente es la de "estilo moderno.
La silla de amazona que se encuentra actualmente es la de "estilo moderno.
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